¿Está muerta la atención farmacéutica en el 2023?

Uno de los grandes retos que tiene el profesional en farmacia en estos tiempos, es ser valorado por los pacientes y otros profesionales en salud. 

Haciendo un balance histórico; si se quiere, el farmacéutico pasó de ser fabricante de medicamentos a ser un dispensador de medicamentos. Este paso, sin duda, implicó un cambio en la percepción general sobre la función e importancia de nuestra labor; a tal punto que en muchos foros se escuchan los lamentos de los colegas que sufren el trato inclemente de los pacientes que perciben al farmacéutico como un vendedor puro. Cuando digo vendedor puro, me refiero a aquel vendedor que está dispuesto a vender dejando su “ser farmacéutico” a un lado…

 Antiguamente, el profesional en farmacia fabricaba y resolvía problemas de los pacientes, prácticamente de cualquier tipo, ya que al igual que hoy, es el profesional en salud con mayor exposición a la población, su consulta la mayoría de las veces es gratis y está disponible a pocos metros de la acera.

 ¿Qué pasó con el cambio?

La mayoría de medicamentos empezaron a llegar empacados en cajas individuales, bajo estándares de calidad, por lo que hoy tener un mortero en una farmacia, probablemente no deje de ser un bonito recuerdo de lo que fue nuestra profesión.

Ante este cambio, el farmacéutico busca reorientar su profesión, brindando una atención más centrada en el paciente. Entonces, surge la farmacia clínica como especialidad farmacéutica, la cual involucraba más al farmacéutico con el paciente y pretendía tener un enfoque más integral de los medicamentos y su metabolismo.        

Allá por los años 90, nace una corriente muy interesante que se conoce como pharmaceutical care o atención farmacéutica, que pretendía o pretende que los servicios farmacéuticos estuvieran centrados y orientados hacia los pacientes.

En este punto es muy importante destacar que los servicios farmacéuticos, se consideran el universo de la farmacia; o sea, que toda la farmacia está orientada al paciente, no simplemente hablar de atención farmacéutica como un servicio aislado.

Este cambio en el paradigma de atención de una farmacia, representaría el renacer de la profesión farmacéutica.

¿Cómo va la cosa con el cambio de orientación?

Hoy año 2023, muchos farmacéuticos se preparan de manera muy fuerte para ser fabricantes de medicamentos; sin embargo, dejan de lado la orientación al paciente y probablemente sea por esto, que no tienen las herramientas o habilidades necesarias para “enfrentar” a un paciente. 

Por tal razón, podríamos decir:

 De qué vale tanta química orgánica, si no somos capaces de sentir empatía por el paciente. 

Uno entiende que el trabajo en un mostrador es duro y que tratar con las personas algunas veces es difícil. Pero saben que, la manera más adecuada para que nuestra profesión surja es brindar servicios que busquen mejorar la calidad de vida de los pacientes y esto se logra no solo vendiendo medicamentos.

 Hoy es más fácil encontrar una queja de un colega por parte de otro colega, de un trato insípido, poco empático y mercantilizado, que recibió él o algún familiar, y dejó ese sin sabor que se pasa de boca en boca y hace tanto daño a la profesión en general.

 ¿Hay esperanza en el cambio?

Todo cambio implica resistencia, ¿por qué? Por la misma naturaleza del ser humano. La famosa zona de confort, la estabilidad laboral; todo esto, aunque ya la profesión farmacéutica no sea tan rentable como antaño.

 Ok. Todo muy bonito y todo, pero… dónde está la llamada a la acción.

 Empiece a buscar problemas…

No para que lo echen o corran de su trabajo, sino problemas que lo alejan del paciente o que no mejoran en nada la atención o calidad de vida del paciente. Es un trabajo que requiere ganas y probablemente usted no esté obligado a hacerlo, pero la necesidad está y aunque usted quite la cara, por algún lado debe empezar.

 Generalmente, tenemos una visión un poco estrecha de la atención farmacéutica y la enfocamos solamente en modelos de atención médico-paciente; sin embargo, como lo mencioné al principio, la atención farmacéutica es una filosofía de “ser farmacéutico” cuya máxima es mejorar o mantener la calidad del paciente, por lo que puede visualizarse desde muchos ángulos.

 Podríamos hablar de problemas relacionados con medicamentos (PRM); por ejemplo: uno de los grandes citados es el problema de la adherencia. Este tiene muchas posibles causas, pero una que se me ocurre es la falta de adherencia por un manejo inadecuado en la cadena de suministros e inventario, para hacerlo personal le podemos llamar incumplimiento farmacéutico, el cual podemos decir que es una falta de adherencia que la farmacia le produce al paciente por la mala gestión del inventario. 

 Como podemos analizar, este tipo de PRM no tiene una causa habitual y tampoco una solución que resulte familiar al farmacéutico. Sin embargo, ahí está un problema de adherencia a medicamentos.   

 Para finalizar, no hay soluciones mágicas, para mejorar la profesión debemos centrarnos en el paciente y en la atención farmacéutica como filosofía de “ser farmacéutico”, cada vez que nos alejamos de esta filosofía, nos aproximamos más al vendedor puro y eso a largo plazo nos va a carcomer como farmacéuticos.