Introducción
La hipertensión en el entorno agudo (urgencias u hospitalización) es un desafío común, pero su manejo carece de consenso claro. La Declaración Científica de la AHA aborda esta brecha, diferenciando entre emergencia hipertensiva (con daño orgánico) y presión arterial (PA) elevada asintomática. Analizamos sus implicaciones para la práctica clínica y el rol del farmacéutico.
Puntos Clave del Artículo
- Definiciones Actualizadas:
- Emergencia hipertensiva: PA >180/110-120 mmHg con daño orgánico agudo (ej.: edema pulmonar, accidente cerebrovascular). Requiere tratamiento inmediato con antihipertensivos intravenosos.
- PA elevada asintomática: PA >130/80 mmHg sin daño orgánico. Su manejo farmacológico es controvertido.
- Epidemiología:
- Hasta el 72% de las hospitalizaciones presentan PA elevada.
- La emergencia hipertensiva representa ~2/1000 visitas a urgencias, con mortalidad del 0.2%-11%.
- Medición Precisa de la PA:
- Errores comunes: uso de manguitos incorrectos, posición del paciente, estrés agudo.
- En UCI, la medición invasiva (vía arterial) es preferible para evitar subestimaciones.
- Manejo de la PA Asintomática:
- Estudios observacionales vinculan el tratamiento farmacológico (especialmente intravenoso) con mayor riesgo de:
- Hipotensión abrupta.
- Lesión renal aguda, infarto o ictus.
- Recomendación: Priorizar corrección de causas reversibles (dolor, ansiedad, retirada de medicamentos hipertensores) sobre el uso de antihipertensivos.
- Transición al Alta:
- Evitar iniciar o intensificar antihipertensivos durante la hospitalización, salvo en casos de hipertensión resistente con seguimiento garantizado.
- Coordinar con atención primaria para optimizar adherencia y monitoreo domiciliario.
Fortalezas del Artículo
- Enfoque Práctico: Propone el acrónimo AIM (Assess, Identify, Modify) para guiar el manejo intrahospitalario y AIM post-alta (Arrange, Inform, Monitor).
- Evidencia Actualizada: Incluye estudios recientes (2021-2024) que cuestionan el tratamiento rutinario de la PA asintomática.
- Énfasis en Equidad: Destaca disparidades en el acceso a cuidados crónicos, especialmente en poblaciones vulnerables.
Limitaciones y Áreas de Mejora
- Rol del Farmacéutico: No se menciona su papel en la revisión de medicamentos, ajuste de dosis o educación al paciente.
- Interacciones y Fármacos: Falta discusión sobre medicamentos que elevan la PA (ej.: AINEs, corticoides) y su manejo en hospitalizados.
- Protocolos de Titulación: No se detallan pautas para ajustar antihipertensivos orales/IV en emergencias, clave para evitar hipotensión.
- Datos a Largo Plazo: Se necesitan estudios sobre seguridad cardiovascular de estrategias conservadoras vs. intervencionistas.
Recomendaciones Prácticas para Farmacéuticos
- En Emergencia Hipertensiva:
- Priorizar labetalol o nicardipino IV (según órgano afectado).
- Monitorear PA cada 5-15 minutos y ajustar infusiones para evitar caídas >25% en la PA media en las primeras horas.
- En PA Asintomática:
- Evitar antihipertensivos PRN (especialmente IV). Revisar medicación domiciliaria y reiniciarla si fue suspendida.
- Corregir factores reversibles: analgesia, ansiolíticos, retirada de AINEs.
- Al Alta:
- Educar al paciente: Uso de dispositivos validados para automedición (ej.: validatebp.org).
- Coordinar con atención primaria: Garantizar seguimiento en ≤2 semanas y evitar duplicidad terapéutica.
Brechas de Investigación
- Ensayo clínico pragmático: Comparar estrategias permisivas (PA <180/110 mmHg) vs. intensivas (PA <140/90 mmHg) en hospitalizados.
- Estudios de costo-efectividad: Evaluar el impacto económico del manejo conservador vs. intervencionista.
- Rol del farmacéutico: Investigar su influencia en la reducción de errores de medicación y eventos adversos.
Conclusión
La declaración de la AHA refuerza un enfoque conservador para la PA asintomática en hospitalizados, priorizando causas reversibles sobre el tratamiento farmacológico. Los farmacéuticos son clave para:
- Optimizar la seguridad en el uso de antihipertensivos.
- Educar a pacientes y equipos sobre medición precisa.
- Facilitar transiciones de cuidado efectivas.
¿Próximo paso? Implementar protocolos institucionales que integren estas recomendaciones y midan resultados en la práctica real.
Artículo de referencia: The Management of Elevated Blood Pressure in the Acute Care Setting: A Scientific Statement From the American Heart Association.