Hoy me levanté con ganas de mejorar mi perfil en LinkedIn y resulta que me salió un post para mí blog, 😁. Aquí les dejo la historia del día.
Aunque tratar de no verse egocéntrico en LinkedIn podría ser una desventaja competitiva, trataré de no emborracharlos con auto alabanzas y me dedicaré a hablar sobre la muerte de la farmacia institucionalizada…
Bueno, así quería titular este post. Sin embargo, me parece que más que muerte vengo a dar mi visión sobre la orientación y evolución de la que quiero ser partícipe en el mundo de la farmacia.
Así fue como empecé mi descripción en LinkedIn:
Soy un farmacéutico con la capacidad de desarrollar soluciones informáticas para mejorar la experiencia del cliente en la farmacia.
Mediante la experiencia única de alguien que además de revisar recetas médicas, tiene interacción con los clientes y personal técnico, tengo una visión clara de las necesidades del servicio y de esta manera doy inicio al proceso de desarrollar software que mejore la gestión del inventario y el tránsito y experiencia del cliente al tramitar sus recetas.
Inventario bendito inventario.
El manejo del inventario en muchas farmacias institucionales se realiza todavía por personas que saben cuánto hay que pedir, lo cual evidentemente cubre la necesidad del servicio, pero convierte a esta persona en lo que se conoce como “vaca sagrada”.
O sea que en el momento en que esta persona no está, hay que correr y buscar otra vaca sagrada para hacer el pedido al proveedor. A continuación muestro los primeros pasos para el desarrollo de este programa.
De esta experiencia nació una herramienta que, mediante la estadística y la automatización, es capaz de generar un pedido solamente conociendo las existencias de los medicamentos en ese momento.
Este desarrollo, permitió tener un manejo eficiente del inventario y generó un proceso estandarizado para hacer los pedidos al proveedor.
Filas, benditas filas.
Cuando se está atendiendo una ventanilla institucional en una farmacia, muchas veces se cuenta con una mesa, una silla, papelería y una hermosa computadora que muchas veces está como adorno.
En nuestro caso como farmacia, recibimos recetas en papel y electrónicas de dos servicios médicos concentrados, 3 servicios médicos desconcentrados y a su vez estos visitan diferentes comunidades, servicio de urgencias, servicios especializados, etc.…
Cómo se nota, recibimos recetas por muchas vías y tenemos una ventanilla única, para recibir a los pacientes, por lo que la ventanilla es un punto crítico.
A pesar de tener una hermosa computadora en ventanilla, el proceso de recepción de recetas se hacía a mano, llenando una hoja de papel con consecutivos mediante lapicero y marcador.
De este proceso frustrante, creador de filas y de funcionarios alérgicos a la ventana, nació Paquito.
Paquito es un software que se implementó hace varios años que lleva un registro de los pacientes que se presentan a la ventanilla a tramitar sus recetas, reduciendo sustancialmente las filas y aumentando el orden. Paquito funciona actualmente en al menos 8 farmacias, principalmente farmacias de colegas que han llegado a hacer sustituciones en la farmacia donde laboro; ven el programa y les encanta como facilita el trabajo. A continuación puede ver un video de la primera versión del Paquito.
Actualmente, me encuentro desarrollando la versión 3.0, y como mencionaba al principio de este post, tengo la bendición de tener la experiencia de usuario y cliente, ya que soy farmacéutico de despacho y no solo reviso recetas médicas, sino atiendo ventanilla, entrego medicamentos, alistó recetas y asumo cualquier otra labor que se realiza en la farmacia. Esto, además de mis conocimientos en lenguajes de programación, me ha permitido tener una vista que nadie tiene de la necesidad y lo que se puede hacer, para optimizar o automatizar los procesos que se realizan en la farmacia.
Llegó el internet a la farmacia
Aunque desde hace años se cuenta con internet en la farmacia, en la mayoría de los casos solo se utilizaba para cuestiones administrativas (correos, comunicación entre la multitud de programas institucionales).
Con la aparición del expediente electrónico, aparecen nuevas oportunidades, desafíos, falencias o necesidades, para la farmacia.
Por lo que, en la farmacia de ese momento, vimos que ya el paciente no necesitaba venir a la farmacia a entregar las recetas en papel, lo único que necesitábamos era un número de identificación para iniciar el proceso de alistar los medicamentos.
De esta manera, fuimos la primera farmacia institucional que recibía mediante una plataforma web, a los pacientes que deseaban tramitar sus recetas electrónicas.
Es así, como el paciente empezó a dejar de perder su tiempo en la ventanilla, esperando para decir su número de identificación.
En la actualidad, nuestra plataforma web ha evolucionado hacia un chatbot que automatiza y ordena las solicitudes de medicamentos hacia la farmacia. Abajo muestro una entrevista que nos realizó un medio local sobre los inicios de Farmatilbot, con el tiempo se le han hecho mejoras.
En todo este proceso y mediante los años y la experiencia que solo da estar en el campo de batalla, hemos hecho este proceso, no sólo amigable con los pacientes, sino también, amigable con el personal.
Esta historia continuará….
Aunque es difícil predecir el futuro, si Dios me presta vida, espero seguir aportando y viviendo el cambio en el cual la tecnología va a asumir roles que permitirán alcanzar la orientación centrada en el paciente.
Dónde la automatización y la acción del farmacéutico se vea reflejada en el mayor número de clientes, mejorando la salud de las personas a gran escala mediante servicios farmacéuticos optimizados.
Para finalizar, le invito a buscar y analizar todos aquellos procesos en la farmacia que son superfluos y que se pueden eliminar o automatizar. Hay mucho por hacer y quién mejor que usted, que está en el campo de batalla para liderar el cambio.
Saludos.
